miércoles, 22 de abril de 2009






El Pueblo.

― Pase, pase. Tome asiento. Siempre tengo tiempo para oír la voz del pueblo.

― Gracias señor gobernador. Es Usted muy amable. Pero no vengo en mi calidad de pueblo, precisamente.

― Entonces es Usted los votantes. No le mentiré si le digo que los votantes me interesan aún más que el pueblo por razones, digamos, obvias...

― Pues tampoco, señor gobernador. No vengo en mi advocación de los votantes.

― ¿Público arrobado? ¿Admiradores incondicionales? ¿Oposición pasiva de la calle?

― Pues no, señor gobernador. La verdad es que estamos cansados de que nos robe, de que nos estafe y de que nos tome por imbéciles. Para serle yo también sincero, vengo como populacho. Y ya sabe a qué.

Y el gobernador ni tuvo tiempo de llamar a seguridad.

2 comentarios:

manolotel dijo...

Me recuerda mucho a esa canción de Serrat que empieza: "Disculpe el señor:"

Por supuesto, la foto, muy apropiada :-)

El epigrafe final de llamar a seguridad le da el toque humano que necesitaba.

Imagino que el próximo miércoles nos saldrá mejor.

Un abrazo.

Ra dijo...

Me daba que éste era suyo :)

Mua.